No puede entenderse el fenómeno político del Movimiento al Socialismo (MAS), sin comprender cabalmente el antecedente del indianismo katarista. En realidad, podría afirmarse que el MAS es la culminación amorfa y fragmentaria de un proceso iniciado a inicios de la década de los 60 del siglo pasado.
Bolivia y todos los países del continente, en tanto productos del fenómeno independentista que sacudió el continente en el siglo XIX, presentan la singularidad de ser casos sui generis de descolonización. Los procesos mundiales de descolonización, que impregnaron la historia mundial durante los años 60 y 70 del siglo XX, se caracterizaron por la formación de nuevos Estados-Nación por parte de las poblaciones aborígenes antes colonizadas por los europeos. En las Américas, las formas políticas que surgieron luego de la expulsión de las metrópolis europeas (España e Inglaterra, principalmente) no fueron expresiones de los indígenas, sino de los hijos de los colonizadores. Se da así un caso extraño de emancipación política en el que las naciones independizadas representan a las elites criollas (hijos de españoles nacidos en este continente), y menos a los mestizos, negros e indígenas.
En países como Bolivia ello es altamente discordante, pues en momentos de la independencia, el indígena representaba más de la mitad de su población. Se considera como primer documento investigativo, que levantó información estadística en Bolivia, el Informe sobre Bolivia de Joseph B. Pentland en 1826, que señala: “La gran masa de los habitantes de
Bolivia se compone por indios aborígenes que forman tres cuartas partes de la población total o sea cerca de 800.000 almas (de un total aproximado entre 1.100.000 y 1.200.000 registrados en ese momento)”. (Pentland, J. B. 1975. Informe sobre Bolivia de 1826. Potosí: Editorial Potosí).
Es importante señalar que antes de los procesos de independencia criollos, hubo intentos descolonizadores propiamente indígenas, como las guerras de Tupaj Amaru y de Tupak Katari en el siglo XVIII. Además, en Bolivia la independencia producto de la acción de tropas extranjeras (argentinas y venezolanas) fue precedida por conatos (la Guerra de las Republiquetas) que no tuvieron feliz y eficaz coordinación con las tropas expedicionarias que lograron la independencia en esta tierra.
Modelos administrativos y ausencia de nación
Se da desde el inicio de la vida republicana una disyunción de perspectivas e intereses de las diferentes poblaciones. Simón Bolívar, impregnado de ideologías liberales entonces en boga, intentó eliminar la comunidad indígena. Así, Simón Bolívar inauguró un estilo entre los políticos que dura hasta hoy día: “…muchos libertadores se desataban de elogios a los indios en público para lograr su apoyo, mientras los despreciaban en privado”.
La forma de organización social, comunitaria, es objeto tanto de elogios, como de anatemas. Bolívar consideraba a los indios el paradigma del “buen salvaje”, de vida en sociedades igualitarias, sin embargo, los reprimió luego al imponerles la propiedad privada de sus tierras, obligándoles a fraccionar las tierras comunales, y reestableciendo el tributo indígena que poco antes había suprimido José de San Martín. Esas actitudes de los gobernantes criollos, contrapuestas e incompatibles, es norma hasta hoy día.
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