Realidades que preocupan
Distintas son las problemáticas que se presentan cotidianamente a nivel mundial. Una de ellas es la situación de pobreza en la que muchas personas se ven sumergidas. Por lo visto, dicha situación aún no se ha podido superar en su totalidad, aunque muchos países hacen el esfuerzo para lograrlo. En medio de esa realidad concreta, todavía hay gente que se preguntará; ¿qué hace la Iglesia católica al respecto?, ¿cuál es su posición?, ¿qué relación existe entre el rol pastoral que juega la Iglesia sinodal y las distintas realidades que atraviesan los pobres en el mundo?, ¿cómo se puede vincular la fe cristiana que se profesa con la realidad que atraviesa el mundo?
En suma, ¿podría afirmarse que la Iglesia católica camina junto a los padecimientos del mundo?
Frente a estas preguntas, vemos que el mundo de hoy se ha convertido en “follower” (seguidor) del consumismo y de la cultura del descarte1. Ambas tendencias son las que poco a poco están descartando a los seres humanos como si fueran simplemente objetos, los consume, los tira y los convierte rápidamente en basura, dejándolos al margen de la vida2. La pandemia de la COVID-19 es una de las realidades que puso al descubierto muchas otras situaciones de pobreza, que ya estaban presentes, pero que no fueron solucionadas a su debido tiempo y, hasta el día de hoy, no son atendidas.
El papel de la Iglesia católica en la historia
A lo largo del tiempo, y en la medida de sus posibilidades, la Iglesia católica se ha esforzado por ser una Iglesia más cercana, abierta, sensible con el dolor del pobre y comprometida con el bien común en favor de los más necesitados; asimismo, ha procurado acompañar las distintas situaciones que la humanidad ha atravesado. Prueba de ello son las distintas iniciativas pastorales que adoptó a nivel mundial, continental y nacional. Entre sus obras sociales están: la acogida a las personas en situación de calle, los comedores para niños y personas de la tercera edad, los hogares para personas con capacidades diferentes y niños abandonados, además de la acogida a migrantes a causa de guerras, desplazamientos forzados, etc.
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