Un plan de regeneración urbana para la Ceja de El Alto

Foto: El Alteño
Foto: El Alteño

La Ceja resume -en cierto sentido- gran parte de los problemas que aquejan a la ciudad de El Alto, desde la delincuencia hasta el desorden en cuanto a la vialidad y comercio. Ello ha derivado en un proceso que va desde la tugurización hasta la fragmentación urbana y social a causa de la acumulación de renta urbana, así como una descomposición moral de las instituciones vivas, una pasividad ante la situación de este sector, aunque, ahora se ve un atisbo de reacción popular que ojalá no se diluya.

El asesinato de un joven -Brandon- al tratar de recuperar su celular robado, ha desnudado nuevamente las falencias en cuanto a las soluciones planteadas desde las instituciones estatales. La improvisación con respuestas fáciles y rápidas para eludir responsabilidades y así acallar el clamor popular por soluciones reales, ello se expresa en una caseta policial entregada con bombos y platillos, destruyendo un espacio verde, de los pocos que hay en la ciudad.

Este no es un caso aislado. La ciudad carece de una institucionalidad sólida y ello deriva en una ausencia de planificación y abordaje integral sobre sus problemáticas. Esta condición influye en la velocidad de la proyección del ascenso alteño, careciendo de esa sinergia entre los gobiernos estatales y la población. La construcción de institucionalidad estatal, especialmente en el gobierno municipal, es un primer desafío -el primigenio- ya que permite generar credibilidad y confianza, reforzando vínculos para asumir desafíos plasmados en políticas públicas eficientes. 

La Ceja necesita un Plan de Regeneración Urbana, derivado de un consenso multisectorial entre las organizaciones sociales vivas y las instituciones estatales. Ello implica una planificación a corto, mediano y largo plazo, con resultados medibles y ajustes continuos. El diagnostico debe ser integral, basado no solo desde un enfoque de infraestructura, sino desde una mirada sociológica y antropológica.  Las dimensiones sobre las que se debe abordar con prioridad son:

  • Seguridad ciudadana. Si bien es necesario una reforma en el servicio estatal de seguridad y el sistema judicial (problema estructural), por lo pronto se deben ir trabajando sistemas participativos de alerta temprana, monitoreo permanente y coordinado. Un horizonte a largo plazo es desligar paulatinamente la exclusividad de provisión de seguridad de la Policía Nacional, algo que ya está en funcionamiento con la seguridad privada pagada por comerciantes en algunos sectores de la Ceja. La coordinación entre las empresas de seguridad privada y la Policía es un elemento a tomar en cuenta.
  • Comercio. La Ceja es un sector comercial por excelencia, sin embargo, el conflicto con la vialidad es permanente, aquí radica el principal desafío, especialmente en vías de primer y segundo orden, el reordenamiento del comercio que interfiere en la circulación vehicular y peatonal. Ello solo se logrará mediante el diálogo y consenso entre las partes involucradas.
  • Vialidad y Transporte. Hace un tiempo planteé algunas ideas de solución a la problemática del transporte en El Alto, adicionalmente es necesario que La Ceja ya no sea el punto que define los “tramos” en cuanto al transporte sindicalizado. El reordenamiento del transporte no implica necesariamente la construcción de grandes viaductos, sino la desconcentración del transporte vehicular y la eliminación de paradas en sectores abigarrados. También es necesario repensar la Ceja como un sector de vialidad diversificada, con calles peatonales, como la Jorge Carrasco colindante con la “alcaldía quemada”.
  • Habitabilidad. Un objetivo a largo plazo es la de mejorar las condiciones habitacionales y ambientales del sector, para ello se necesita una normativa de uso de suelos contextualizada para la Ceja, flexible y que permita un mayor confort. Así también el mejoramiento general de todo el sector, con un eficiente tratamiento de la basura, mejor iluminación, la arborización de calles y avenidas, la expansión de áreas verdes y recreacionales, paseos peatonales y renovadas plazas, como la recuperación de la Plaza de la Revolución.
  • Reconversión funcional. Dependiendo de la Visión de la Ceja que se construya participativamente, el gobierno municipal debe fomentar la reconversión de determinados negocios (como bares y cantinas) hacia otros rubros, mediante fomentos impositivos y legales. Si bien este es un trabajo a largo plazo, son necesarias medidas sostenidas para que la Ceja haga una transición de zona roja a una zona de consumo diversificado, desde lo comercial hasta cultural y recreativo.   
  • Descentralización. Si bien en El Alto han surgido nuevas centralidades, la Ceja aún mantiene la condición de “centro” a pesar de carecer de condiciones físicas. Un trabajo a largo plazo es vincular El Alto norte y el sur sin necesidad de pasar por la Ceja, para ello es necesaria infraestructura de carácter regional, como el traslado del aeropuerto y la generación de un Nuevo Centro Metropolitano, ello tendrá un impacto urbano de trascendencia.
  • La recuperación del ajayu alteño. La Ceja debe aglutinar gran parte de las identidades alteñas, a corto plazo, por ejemplo, se debe sustituir el monumento al Che Guevara por otro en homenaje a la familia trabajadora alteña, también se deben plantear memoriales urbanos, paseos de homenaje, circuitos culturales que vinculen espacios artísticos y de interés turístico, circuitos rituales y ceremoniales que revaloricen la espiritualidad de nuestra cultura.

Un primer paso para la elaboración de este plan de Regeneración Urbana de la Ceja es la organización de talleres de diagnóstico participativo acompañados de estudios de trabajo de campo, así como la organización de mesas de trabajo. La planificación también debe ser participativa, sin escatimar en tiempo y recursos, ya que una buena planificación conlleva a una ejecución eficiente de los recursos que se erogarán en las acciones a llevar a cabo.

Las soluciones deben ser estructurales y para ello se demanda voluntad política, creatividad y constancia. Es necesario cambiar de esa mentalidad inmediatista y demagoga que tanto daño le ha hecho a nuestra ciudad y país.

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ALEJO, Guido
ALEJO, Guido

Arquitecto y analista