Faltan dos años para las elecciones generales de 2025, y la situación de los opositores al partido de gobierno no ha cambiado sustantivamente en relación a los comicios anteriores. El dato verdaderamente novedoso es la fisura al interior del Movimiento al Socialismo (MAS) y la probable disputa por la candidatura entre el ex presidente Evo Morales y el actual mandatario Luis Arce Catacora; en ese caso, es probable que cambie positivamente el escenario para los opositores, que tendrán mejores posibilidades de acceder a espacios de representación e inclusive pugnar por la presidencia en una segunda vuelta electoral.
¿Quiénes forman parte de la actual oposición y qué posibilidades se vislumbran hacia el futuro? ¿Por qué existe la sensación de que no logra articularse una oposición que enfrente eficazmente al partido de gobierno? ¿Qué se requiere para construir una alternativa al MAS? Para responder estas y otras preguntas, es necesario clarificar algunos conceptos mínimos, por tanto definiremos brevemente el rol que juega la oposición política en un sistema democrático y, luego, analizaremos la situación de la o “las” oposiciones en el contexto boliviano.
Oposición y democracia
Un primer concepto que debe quedar claro es que para un óptimo funcionamiento del sistema democrático, se requiere de la presencia de una oposición política fuerte; en otras palabras, la salud de la democracia depende de la gestión de las autoridades de gobierno, pero también del desempeño de la oposición.
En democracia, la oposición política cumple varias funciones. En primer lugar, construye y ofrece alternativas a la población a la hora de votar; al mismo tiempo propone distintas visiones de país, y amplía y fortalece el debate electoral. En segundo lugar, desde los cargos representativos, facilita un ejercicio eficiente de fiscalización a los otros Órganos del Estado, sobre todo al Ejecutivo. Finalmente, permite la alternancia, es decir genera las condiciones para convertirse en el actor de recambio para una siguiente elección, de manera que contribuye a evitar la apropiación sostenida del gobierno por parte de un solo partido político.
La actuación de la oposición política también es clave en relación con la sociedad civil, pues facilita la expresión de las voces críticas a la gestión de poder y se convierte en canal efectivo de mediación entre los intereses sectoriales y en ocasiones contrapuestos que pugnan en la sociedad, tratando de que todos los grupos sociales sean representados y no sólo aquellos afines al gobierno de turno.
Un factor importante a tomar en cuenta para el desarrollo óptimo de “la” o las oposiciones, es el referido al sistema de partidos y las condiciones políticas del contexto. Es decir, un sistema democrático con la presencia de un partido hegemónico/predominante, que además permanece durante varias gestiones en el poder, inhibe las posibilidades de desarrollo de los opositores, más aún si a ello se suma una política deliberada de descabezamiento, por ejemplo, mediante la persecución o judicialización aplicada a posibles contrincantes.