Un knock-out en cuatro rounds

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El primer round fue en mayo de 2015. Abogados de Bolivia y Chile comparecieron ante la Corte Internacional de La Haya y presentaron alegatos a favor y en contra de que esta corte se declarará competente para analizar una demanda en contra de Chile, que buscaba obligar a este país a negociar “de buena fe” la salida “soberana” de Bolivia al mar. Chile trataba que la demanda no fuera admitida, con el argumento de que la misma afectaba el tratado de límites que ambos países firmaron en 1904, siendo que la jurisdicción de la Corte corre desde 1948 en adelante. Por su parte, Bolivia aseguraba que su demanda, presentada en 2013, no pretendía cuestionar este tratado de límites y en cambio se originaba en los “derechos expectaticios” que generaron a su favor los ofrecimientos realizados por Chile a lo largo del tiempo para resolver el diferendo marítimo entre ambos países. En particular se refería a la “negociación de Charaña” (una pequeña población fronteriza que se hizo célebre por el encuentro en ella, en 1975, de los dictadores Augusto Pinochet y Hugo Banzer), en la que Pinochet ofreció a Bolivia un corredor hacia el océano Pacífico, sobre la frontera chileno-peruana, a cambio de la misma cantidad de territorio boliviano. La negociación fracasó por la resistencia de la población boliviana al canje territorial y por la simultánea oposición del Perú, que gozaba de derecho de veto, puesto que el territorio chileno que iba a traspasarse a Bolivia había sido peruano antes de la Guerra del Pacífico.

Chile alegó ante la Corte que los ofrecimientos que había hecho, pero que no habían acabado en un acuerdo entre partes, no podían generar derecho alguno, ya que si lo hubieran hecho se restringiría la facultad de los países de explorar soluciones innovadoras a sus problemas internacionales, y se los condenaría a seguir un libreto invariable. Bolivia aprovechó el hecho de que, hasta entonces, la Corte había rechazado mayoritariamente las objeciones de incompetencia que se habían presentado en su contra. Pese a ello, Chile había intentado el recurso, porque consideraba –un punto importante que entonces los bolivianos no valoraron como debían que la demanda boliviana tenía una naturaleza “osada” respecto a los cánones del derecho internacional.

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MOLINA, Fernando
MOLINA, Fernando