Ancianos indígenas, pobres y aislados, más vulnerables ante el Covid-19

Puesto de medicina natural - Foto: www.lavozdetarija.com
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El Covid-19 se expandió en el mundo en zonas donde la pobreza y servicios de salud son precarios, lo que visibiliza más la vulnerabilidad de determinados sectores, como los adultos mayores indígenas, que si bien no son registrados de manera específica en los informes oficiales, son golpeados con dureza por la enfermedad. 

Fue en febrero de este año que se conoció de la muerte por Covid-19 del anciano y último miembro masculino del pueblo indígena Juma en la Amazonía brasileña. La noticia alertó a los pueblos indígenas, gobiernos y organismos internacionales por el riesgo de los adultos mayores indígenas frente a la pandemia, y por las dificultades que atraviesan para el acceso a la salud, como la distancia, su aislamiento y la soledad en la que viven. 

Cuando la enfermedad de Covid-19 comenzó a expandirse por el mundo y particularmente por la región de América del Sur, donde hay una importante presencia de naciones indígenas, desde Naciones Unidas se instó “a los Estados Miembros y a la comunidad internacional a incluir las necesidades y prioridades específicas de los pueblos indígenas para abordar el brote global de Covid-19”. 

“Los pueblos indígenas experimentan un alto grado de marginación socioeconómica y corren un riesgo desproporcionado en las emergencias de salud pública, haciéndose aún más vulnerables durante esta pandemia mundial, debido a factores como su falta de acceso a sistemas eficaces de vigilancia y alerta temprana y a servicios sanitarios y sociales adecuados”, dijo en un pronunciamiento la presidente del Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas, Anne Nuorgam.

En un recorrido que ANF realizó por Rurrenabaque (Beni) evidenció casos de decesos y contagios por Covid-19 en pueblos indígenas y entre ellos ancianos que en muchos casos enfrentaron la enfermedad con medicina tradicional. 

“Al principio sentía escalofríos, tenía picazón en la garganta y perdí poco a poco el gusto, ya no sentía los sabores a nada. Pero decidí aislarme y no estar cerca de mis compañeros, porque sabía que era peligroso de contagiar a las demás personas”, relató el dirigente indígena Ramón Cubo de 62 años, habitante de la comunidad Carmen Florida en el municipio de Rurrenabaque. 

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SORUCO, Claudia
SORUCO, Claudia