De la educación virtual y sus sombras
La educación virtual en el mundo entero parece que no es un proceso nuevo, puesto que varias de las universidades del sistema público y privado la han venido implementando – con sus bemoles, limitaciones y algunos logros, dentro del ámbito nacional –, lo cual podría llevar a concebir que existe una experiencia respecto de la misma, ¿o no?
Y es que la duda anterior es altamente plausible, sobre todo en el medio boliviano, pues los enfoques y modos de realización son altamente diversos y complejos, marcados por una ambigüedad poco clarificada entre lo que significa tal modo educativo, respecto de lo que es la educación a distancia y semi presencial, que muchas veces se apoyan en herramientas y espacios tecnológicos2. Lo dicho antes no se reduce a lo expresado, sino que puede explicarse desde diversos enfoques, de los cuales parece importante focalizar tres.
El primero, hace referencia al modelo pedagógico que debe desarrollarse puesto que, si bien se basa en una manera constructivista y que apunta a las necesidades propias de una persona que desea especializarse o mejorar en su desempeño profesional, también existe la carencia de la poca comprensión de sus maneras y posibilidades. Ello se difumina más cuando se habla de lo que es la educación del bachillerato sea este humanístico, simplemente, o técnico humanístico, como se ha querido implementar en el Estado boliviano.
De igual manera, muchos cursos de los desarrollados apuntan a subir todo a una plataforma digital (Chamilo, Schoology, Moodle o la que se considere de preferencia y mejor uso), dejar instrucciones y habilitar algunas sesiones de “clases virtuales” por otras plataformas como Zoom, Meet, Jitsy o hasta por Whatsapp. Esto de constructivista no tiene nada, aunque se justifique que los chats de consulta al docente se encuentran abiertos siempre y se fomente a una interacción constante también vía foros.
Así, se puede observar que tales propuestas sí tienen mucho de conductistas, donde se recupera el trabajo o acción final y se otorga una nota, sin evaluarse plenamente el desarrollo de la persona, sus conocimientos y la implementación en las acciones diarias. Por lo tanto, la formación virtual actual sigue teniendo un fuerte énfasis cognitivo, aunque las publicidades apunten a la implementación práctica rápida y directa.
El segundo elemento, hace referencia a los soportes conectivos, que involucran desde los equipos por los que se accede a las plataformas (teléfonos inteligentes, tablets o computadoras, en el mejor de los casos), los equipos de soporte domiciliario para otras acciones, como la impresora, por ejemplo, hasta las opciones de acceso a internet, mediatizado por cuatro empresas en el caso boliviano, que se disputan mercados y donde una amplia conectividad constante sigue siendo bastante mala y condicionada a factores climatológicos, capacidad de cobertura, modos de pago y servicios a los que se desea acceder.
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