“Avancen para aguas más profundas y echen las redes para pescar”.
Parte del canto que líderes indígenas corearon en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, al salir de la misa clausura del Sínodo Amazónico.
La Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos de la región Panamazónica convocada por el Papa Francisco para octubre de 2019 fue un acontecimiento de gran relevancia para la Iglesia Católica universal porque reflexionó sobre la misión de la Iglesia en la Amazonía y la importancia de este bioma para el planeta entero.
Para el Sumo Pontífice el Sínodo Amazónico dio la oportunidad de escuchar las voces de los pobres y de las condiciones de precariedad y de amenazas por las que atraviesan los pueblos originarios y la Casa Común. El Documento Final de este evento eclesial consta de 120 puntos y responde al pedido de los pueblos indígenas de unirse a ellos en la defensa de sus culturas, de sus territorios y de la vida en la Amazonia, desde cuatro dimensiones esenciales que serán los nuevos caminos para la Iglesia en la Amazonía:
- Conversión pastoral: una iglesia en salida misionera, discípulos misioneros en la Amazonía.
- Conversión cultural: Iglesia inculturada e intercultural con diálogo interreligioso con los otros y con los que piensan diferente.
- Conversión ecológica: Iglesia que cuida la Casa Común en la Amazonía en una ecología integral desde la Encíclica Laudato Si’.
Conversión sinodal: una Iglesia que escucha, dialoga y discierne en busca de comunión y sinodalidad. Nuevos caminos para la ministerialidad eclesial.
En febrero de 2020, el Papa Francisco publicó la exhortación postsinodal “Querida Amazonía” como resultado de las reflexiones del Sínodo Amazónico, en la cual expresa su preocupación por el futuro de la selva amazónica, del equilibrio ecológico, del futuro de sus habitantes y de la labor misionera de la Iglesia.
En este documento el Papa sugiere, además, nuevos caminos para que la Iglesia se encarne en la Amazonía y los expresa en cuatro grandes sueños o bloques temáticos: el Sueño Social, el Sueño Cultural, el Sueño Ecológico y el Sueño Eclesial.
Según el teólogo jesuita Víctor Codina, SJ, con esta exhortación postsinodal, Francisco no pretende reemplazar ni sustituir el Documento Final, sino ayudar a asumirlo e invitar a una lectura integra del mismo para que toda la iglesia, Pueblo de Dios, trabaje en defender a los pobres de la Amazonía y cuidar la creación, la Casa Común.
Codina recuerda que los “sueños” constituyen un género literario especial que fueron ya utilizados en la Biblia, es decir, en sueños nocturnos donde Dios se comunicaba a la persona, o como sueños diurnos que manifiestan profundos deseos y expectativas. Éstos, que son fruto del proceso sinodal, y que están latentes para responder los signos de los tiempos en la Amazonía, ahora son parte de los desafíos que enfrenta la Iglesia Católica para responder al Documento Final y a “Querida Amazonía”.
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